Los efectos del Cambio Climático ya son una realidad en nuestra Región. Sus consecuencias son muchas veces impredecibles, en algunos casos pueden implicar baja de precipitaciones donde antes eran abundantes o aumento de su intensidad, como vimos recientemente en nuestra Región los años 2015 o 2019; la concentración de lluvias copiosas en episodios intensos puede impactar en la estabilidad de los tranques de relaves y producir deslizamientos de tierra que afecten a las faenas en las mismas zonas. Las minas del Norte Grande y el Norte Chico están menos preparadas debido a una exposición histórica menor a estos fenómenos.
A la fecha en Chile, de acuerdo al Catastro de Depósitos de Relaves del Sernageomin existen un total de 742 depósitos de relaves, de los cuales 104 corresponden a depósitos activos, 463 a inactivos y 173 a abandonados y 2 en construcción.
En el caso de nuestra Región el número asciende a 47, de los cuales 13 están activos. Este dato debemos cruzarlo con los resultados del estudio FNDR “Diagnóstico de riesgo ambiental, Región de Antofagasta. Componente b) Estudio de Riesgo Ambiental en suelos abandonados”, que permitió evaluar el riesgo ambiental de los suelos con potencial presencia de contaminantes de la región y diagnosticar preliminarmente fuentes activas, de manera tal de establecer acciones para prevenir, mitigar, controlar o corregir la exposición y los efectos o impactos negativos en la salud de la población y ecosistemas recomendando alternativas de remediación para un total de once sitios (de mayor preocupación por su cercanía a la población), los que están claramente identificados y priorizados en el informe final.
En este contexto, resulta una gran noticia la actualización del Reglamento que precisamente regula la operación de relaves por parte del Ministerio de Minería. Es importante que dicho instrumento incluya la exigencia de Monitoreo en línea y centralizado de depósitos de relaves activos, y monitoreo satelital de depósitos de relaves inactivos y abandonados, precisamente por la exigencia ciudadana de mayor seguridad y certezas en tiempos donde debemos adaptarnos y prepararnos con proactividad a los efectos que ya hemos visto, produce el Cambio Climático en nuestras regiones cuando no adoptamos los resguardos debidos. En este sentido lo ocurrido con los aluviones en las regiones de Antofagasta y Atacama el 2015 es un ejemplo evidente de lo que puede ocurrir si no adoptamos a tiempo medidas que la ciudadanía exige hoy con urgencia.
Por Rafael Castro Meza. Abogado Magister en Derecho Ambiental.
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